Narrador moderno: Focaliza



Un error clásico en los escritores distraídos es saltar de un personaje a otro en una misma escena.
        El otro día una compañera del taller localizó el siguiente error en una de mis escenas:

        ︎«Vamos a comer, dijo él, voy a hacer macarrones, los voy a hacer con tomate y albahaca, como te gustan. Estamos con hambre, le dijo y le secó los ojos con los dedos. Y Laia balbuceó que necesitaba una ducha. Luego Ernesto puso el agua a calentar y empezó a picar la cebolla. Y cuando Laia terminó de bañarse, se ató una toalla y fue a la cocina, que era más pequeña que el baño, y encontró a     Ernesto mirando la salsa de tomate burbujear. Te has quedado pegado, le dijo.»

        En esta escena, como en todo ese capítulo, el personaje principal es Ernesto. Si escribes en tercera persona necesitas centrar el punto de vista en el personaje principal; de lo contrario, generarás extrañamiento en el lector y romperás la escena.
En este caso, vemos cómo paso de enfocar a Ernesto a enfocar a Laia, me voy con ella al baño y vemos cómo se ata la toalla, algo que desde el punto de vista de Ernesto sería imposible.  ¡He traicionado al lector! Y he roto la escena.


  Recuerda que además de:
  • No sermonear.
  • No mostrar tu voz.

        ...debes permanecer todo el tiempo con tu personaje principal.
        Explota esa limitación, el lector se identifica con el narrador que no lo muestra todo y que mantiene la coherencia en el relato.



La corrección sería:

        ︎«Vamos a comer, dijo él, voy a hacer macarrones, los voy a hacer con tomate y albahaca, como te gustan. Estamos con hambre, le dijo y le secó los ojos con los dedos. Laia balbuceó que necesitaba una ducha. Luego Ernesto puso el agua a calentar y empezó a picar la cebolla. La puerta del baño se abrió cuando tiró la cebolla en la sartén. Te has quedado pegado, oyó decir a Laia y al girarse la vio enrollada en la toalla, sonriente.»