Mo Yan




¿Tienes un bloqueo lector? | Carta al suscriptor | John Fante, Bandini y Dominic Molise ︎

Guan nació en el actual condado de Gaomi, Noreste de China, en febrero de 1955.
En ese entonces, la localidad, a orillas del río Xijiang, era un distrito empobrecido, despoblado y rodeado de extensas praderas de flores silvestres y llanura. Como el común de los niños, Guan iba desnudo durante el verano, la primavera y el otoño, y apenas se cubría la espalda con un trapo en invierno.

Los niños tenían tanta hambre que comían todo lo que encontraban: las ramas de los árboles, las cortezas de los troncos, incluso carbón. Guan ya no recordaba el sabor de esa cosa negra, pero sí que era delicioso, lo mejor que había probado nunca.

En aquel tiempo todo el mundo le temía al hambre.

Cuando Guan cumplió once años, la Revolución Cultural tomó el poder. Dejó el colegio y lo obligaron a dedicarse al campo. Se volvió pastor de un rebaño de vacas escuálidas. Las conocía mejor que a nadie.
Se sentía tan solo en esas largas jornadas, viendo a los pájaros volar y a las vacas a lo suyo, e incluso a las nubes pasando de largo sin hacerle caso, que descubrió con amargura la compañía desoladora de la naturaleza. Solo así pudo conocer al fin la compañía estimulante de sí mismo.

Guan hablaba solo y creaba mundos, les daba voz a las cosas, hacía responder a los animales, incluso convertía el aire en comida.

Guan se volvió adicto a hablar solo.

Un día su madre lo vio hablándole a un árbol y se puso a llorar. No hables solo, hijo, por favor, le rogó, no quiero que piensen que estás loco.

Guan le prometió a su madre que nunca más hablaría solo, pero pronto descubrió que no podía vivir sin hablar consigo mismo en voz alta. Necesitaba crear para vivir.

En octubre del 2012, el escritor chino Mo Yan ganó el premio Nobel de Literatura y sintetizó su obra diciendo: «Expresa el anhelo de una vida digna de un niño solitario con miedo a pasar hambre».

Un periodista, sorprendido al descubrir que Mo Yan era el seudónimo del galardonado, le preguntó qué significaba aquel nombre.

No hables, respondió Guan pensando en su madre, mi nombre significa “no hables”. ︎