Macbeth



Macbeth nos enseña la vulnerabilidad del malo.
    Una de las más populares obras de Shakespeare, Macbeth me ha hecho recordar inmediatamente a Scare Face de Brian de Palma, con la soberbia actuación de Al Pacino y Michael Pfeiffer. La historia del ascenso al poder y del descenso moral, que se lleva todo consigo.
Los delirios de Macbeth y de Lady Macbeth son la viva expresión del remordimiento, la amargura y el efecto psicótico que sucede al crimen.
    Más allá del ajuste de cuentas como desenlace y el manejo del suspenso, esta historia nos muestra el lado débil del personaje malévolo y nos ayuda a reflexionar y construir personajes verosímiles, contradictorios y fatídicos. Erráticos, desmesurados, vitales.

    Cita:

    «Macbeth: Creí escuchar una voz que gritaba: ¡No volváis a dormir, /que Macbeth mata el sueño!, el inocente sueño, /el sueño que teje sin cesar la maraña de las preocupaciones, / la muerte del ir viviendo cotidiano, baño de la fatiga, / bálsamo de las heridas de la mente, plato fuerte en la mesa / de la Naturaleza, /principal alimento del festín de la vida.»

    Si no la has leído, se lee del tirón y es muy útil para aprender a claro-oscurecer a nuestros personajes perversos.