Decir y mostrar



Decir y Mostrar: Lectura y análisis de Mi jockey de Lucia Berlin︎

Al escribir un texto tenemos dos técnicas fundamentales: Decir y Mostrar.
Con la primera ofrecemos una información clara y directa, sin lugar a interpretaciones. Decir es sinónimo de informar y por ello es una gran herramienta periodística, donde destacan las oraciones enunciativas y la información contrastable. 
Podemos considerar que a través de esta técnica el reto está en la concisión y el orden sintáctico de las oraciones. Cuando decimos, la conjugación no debería presentarse con formas experimentales ni fragmentarias. Por ello, reservaremos toda aquella información que debe ser evidente para el lector y la introduciremos con esta técnica informativa.  
En cambio Mostrar, como bien lo dice el diccionario, es exponer una cosa de forma que pueda ser vista por alguien con detenimiento. En esta definición parece fundamental la acción de ese “alguien” que ve con detenimiento. Su participación es fundamental, nosotros solo exponemos de modo que alguien pueda detenerse y ver. Así, Mostrar es sinónimo de sugerir o expresar a través de la descripción y no de la explicación. Esto la convierte en la técnica más requerida en los textos literarios, en los que la descripción es el arma fundamental para transmitir las ideas y las emociones.
Mientras Decir equivaldría a la frase “ Estoy enfadado con él”; Mostrar equivaldría a “he pateado veinticinco veces la pared y todavía podría patearla otras veinticinco, pero lo dejo y me dirijo a su habitación, cojeando. Voy a matarlo, pienso, voy a hacerlo ahora mismo”.
Al mostrar a través de la descripción, lo que conseguimos es activar los sentidos del lector, lo convertimos en un participante que completa lo que exponemos con su interpretación. 
Además hay una relación bidireccional entre la técnica de Mostrar y la de ocultar. Mostrar equivale a esconder algo y da lugar a lo no dicho, lo incierto y por lo tanto lo múltiple. Al no decir que estoy enfadado, es el lector quien intenta intepretar qué significan esas veinticinco patadas a la pared y el hecho de que quiera matar a ese individuo intuido en la escena.
El hecho de no mencionar la emoción (el enfado) nos permite abrir el umbral semántico de la palabra oculta.
Los textos literarios combinan ambas técnicas, a pesar de que Mostrar es la gran protagonista.